EL ACNÉ Y LA ALIMENTACION
ACNÉ
El Acné es una preocupación frecuente en
la etapa juvenil aunque en algunos momentos también se puede presentar en otras
etapas.
El acné es más común en la cultura
occidental, en la oriental no lo es tan frecuente ya que se consume en menos
cantidad de carbohidratos y azucares refinados.
Con gran frecuencia escuchamos que la
causa del acné es la presencia de bacterias o asuntos genéticos pero cada día
hay más estudios donde se determina que los verdaderos causantes son los
factores del medio ambiente y en particular la alimentación.
Una alimentación recomendable es que sea
baja o ausente en granos o sin granos ayuda a que limpie su piel para
siempre.
Los medios publicitarios o en algunos
casos médicos recomiendan el uso de antibióticos, los cuales en realidad no son
necesarios si se quiere un cambio real de la piel acneica, mientras que hacer
un cambio alimentario si va a permitir que se cree un ambiente interno que no
va a permitir el crecimiento excesivo de bacterias.
El estrés es un factor determinante cuando
se presenta cualquier tipo de infección en el cuerpo.
LOS CARBOHIDRATOS Y EL ACNÉ
Los carbohidratos se pueden clasificar en
los siguientes tipos:
• Carbohidratos
simples: azúcares, como los que se encuentran presente en los dulces, gaseosas
y/o sodas y productos horneados o de panadería.
Es recomendable eliminarlos completamente de la dieta diaria. Evitar también los alimentos que contenga
Jarabe de maíz el cual contiene un alto porcentaje de fructosa (gaseosas, sodas
y alimentos procesados).
• Carbohidratos
complejos: presentes en alimentos naturales enteros; frijoles, nueces, granos
enteros y verduras, estos aportan mayor valor nutritivo que los Simples. En pieles acneicas es recomendable NO
consumirlos o restringirse su ingesta.
Los carbohidratos complejos de los
vegetales se convierten también en azucares simples, pero su proceso de transformación
es de menos impacto en la insulina, pero la digestión de los carbohidratos
complejos presentes en los granos si aumenta la insulina y el factor de
crecimiento similar a la insulina (IGF-1).
Los niveles más elevados de IGF-1 pueden
conducir a un aumento de hormonas masculinas, lo que hace que los poros
segreguen más sebo. También el IGF-1
hace que células de la piel (conocida como los queratinocitos) se multipliquen
y este es un proceso que se asocia con el acné.
Sebo: sustancia grasa que atrapa las
bacterias que promueven el acné.
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