LA CONFIANZA

LA CONFIANZA

La confianza debe ser una plataforma sólida en nuestra vida, la confianza supone fe en el otro, en las personas con creencia espiritual es Fe en que Dios tiene todo bajo control. Si la confianza se llega a volver regla común de la conducta de las personas, de los integrantes de una familia, esta confianza une y fortalece a la sociedad y la comunidad.

En una familia unida es notoria y admirable la presencia de la confianza entre todos; esa capacidad de unir a los unos con los otros y a todos entre si es el secreto de la fuerza de estas familias y la explicación del ambiente alegre y cordial de sus reuniones.

Esta confianza debe estar sostenida en 3 pilares de gran importancia: La responsabilidad, La credibilidad y La sinceridad.

Los 3 pilares:

1. La Responsabilidad: o sea la capacidad de responder a las promesas, expectativas o compromisos adquiridos. “con dinero o sin dinero, nuestra palabra sea oro porque cumplimos”. Responder a la palabra dada, al servicio o trabajo que se promete, esto es generar confianza.

2. La Credibilidad: esta es hermana gemela de la responsabilidad.  La credibilidad vienen determinada por hechos del pasado o sea que son los antecedentes que se tienen de una persona, comunidad u organización frente a cómo han actuado ante situaciones determinadas y de qué manera se han desarrollado ante experiencias que se juzgan como decisivas. Por ejemplo si según nuestros juicios, esas personas u organizaciones desplegaron su labor de acuerdo a lo que consideramos adecuado estaremos predispuestos a pensar que van a cumplir con satisfacción todo lo que hagan.

3. La Sinceridad: el grado de sinceridad determina la confianza que otorgamos. Si se siente que alguien engaña o miente, se dice que esa persona no es de confianza o que se le ha perdido la confianza. A veces se hace sobre juicios y creencias infundadas sin haber contrastación de los hechos que han rodeado esa situación. Los hechos o situaciones requieren una comunicación que permita llegar al fondo de ella y entender qué puede haber motivado esa falta de sinceridad y valorar si es motivo suficiente para retirar la confianza. Una pregunta importante a realizar siempre es: ¿Realmente vale la pena tomar esa decisión?