12 PASOS - LA HERRAMIENTA PARA LOGRAR UNA VIDA INTEGRAL

Los 12 pasos, es una estrategia de cambio que varios grupos de apoyo usan para curasen de adicciones propias o de un ser cercano.

Los Doce Pasos podemos aplicarlos a nosotros mismos, con ellos podemos empezar a crecer mental, emocional y espiritualmente. 

Los siguientes son 12 pasos, que se han tomado y adaptado de los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos, ya que estos han sido un instrumento de gran apoyo para el crecimiento espiritual de millones de miembros de Al‑Anon y Alateen. En las reuniones, los miembros de Al‑Anon/Alateen comparten mutuamente las lecciones espirituales que han aprendido al practicar estos Pasos.

Los Doce Pasos fueron desarrollados por un grupo de alcohólicos en los años 30. Lo habían intentado todo y no lograban detener la adicción, aún cuando ésta estaba literalmente destruyéndoles la vida. El éxito lentamente fue esparciéndose y hoy hay miles de grupos de Doce Pasos en todo el mundo para todo tipo de adicción, trátese de alcohol, apuestas, comida, narcóticos, o tipo sexual. Este  programa ha ayudado a millones de personas a recuperarse, probando ser efectivo aún en los casos más severos. La mejor forma de llevar a cabo los Doce Pasos es dentro de un grupo y con un mentor. A continuación les presentamos un resumen de los mismos:

1. Admitir que éramos incapaces de afrontar solos la adicción o el mal habito, y que nuestra vida se había vuelto ingobernable a causa de esta adicción o mal habito.

2. Creer que solo Dios y nuestra decisión propia de cambio puede devolvernos el sano juicio.

3. Resolver confiar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, según nuestro propio entendimiento de Él.

Los anteriores 3 pasos son el corazón de esta herramienta, ya que admitimos nuestra derrota, reconocemos que solo Dios puede ayudarnos y merece toda nuestra confianza y  lo mas importante; reconocer que nosotros solos no podemos lograr el cambio. 

Cuando volvemos practico el 3er paso, comenzamos a vivir con humildad, honestidad e integridad, en todas las áreas de nuestra vida. La aplicación de estos pasos y en especial cuando nos rendimos a cumplir y vivir el 3er paso; milagrosamente encontramos que ya no tenemos que dominar a la adicción o el mal habito. En su lugar, Dios lo hace por nosotros,

4. Sin temor, hacer un sincero y minucioso examen de conciencia.

5. Admitir ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestras faltas.

6. Estar enteramente dispuestos a que Dios elimine todos los defectos de carácter que proveen la adicción o mal habito que deseamos tratar.

7. Humildemente pedir a Dios que nos libre de nuestras culpas.

8. Hacer una lista de todas las personas a quienes podemos perjudicar, y estar dispuestos a reparar el mal que les ocasionamos.

9. Reparar directamente el mal causado a estas personas cuando sea posible, excepto en los casos en que el hacerlo les pueda infligir más daño, o perjudicar a un tercero.

10. Proseguir cada día con nuestro examen de conciencia, admitiendo espontáneamente nuestras faltas al momento de reconocerlas o detectarlas.

11. Mediante la oración y la meditación, tratar de mejorar nuestro contacto consciente con Dios, según nuestro propio entendimiento de Él, y pedirle tan sólo la capacidad para reconocer Su voluntad y tener las fuerzas para cumplirla.

12. Al lograr un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratar de llevar este mensaje a otras personas, y practicar estos principios en todas nuestras acciones.

La eficacia que ha demostrado la aplicación de los 12 pasos que son usados en diferentes grupos de apoyo para abandonar adicciones y/o malos hábitos sólo radica en que la persona decide que solo se ocupara de cómo vivir correctamente y pensar correctamente, de tal forma que no se llegue a sentir lo suficientemente mal como para experimentar la necesidad de actuar para auto-medicarse (la adicción/ mal habito). 

Los 12 Pasos enseñan a confiar en Dios y a vivir en base a Su ayuda, y no apoyándonos en nuestra fortaleza. Los 12 Pasos enseñan a vivir en la solución, no en el problema.